Los sensores de luz y de color se utilizan en circuitos electrónicos para medir el color de una superficie proyectando luz sobre un objeto y calculando la radiación reflejada.
Una mirada en profundidad a los sensores de luz y de color
Los sensores de luz y de color funcionan al hacer brillar una luz blanca en un objeto y al registrar el color de la luz que se refleja. También pueden registrar la intensidad o el brillo de la reflexión. Mediante el uso de filtros de color rojo, verde y azul, el fotodiodo puede convertir la lectura de luz en un valor correspondiente a la corriente eléctrica y, a continuación, a través de un conversor a un valor de tensión.
Aplicaciones para los sensores de luz y de color
Los sensores de luz y de color se pueden utilizar en una variedad de aplicaciones diferentes. Se utilizan habitualmente en procesos de fabricación en los que es necesario garantizar la coherencia de color de los productos, como impresión, embalaje, alimentación y bebidas, y productos farmacéuticos. También se pueden utilizar en varias aplicaciones astronómicas para medir el color de las estrellas y otros objetos astronómicos, lo que permite a los científicos determinar información sobre la naturaleza de los objetos que se observan.