Arrancar una máquina o poner en marcha de una instalación se traducen a menudo en una fuerte variación de la intensidad de la alimentación eléctrica.
En el momento del arranque, un motor puede necesitar varias veces la intensidad de plena carga, lo que se conoce como corriente de arranque Inrush.
Un transformador puede generar por sí mismo sobrecargas, ya que al encenderlo se produce una corriente de inserción que puede multiplicar hasta 25 veces su intensidad nominal durante un tiempo superior a 10 ms.
Las fuentes de alimentación de potencia controladas de forma electrónica también provocan sobreintensidades debido a la carga de energía de los condensadores.
Este mismo principio se utiliza en muchos aparatos de uso general, no industriales, alimentados a través de una fuente conmutada. Estos pueden provocar una fuerte sobreintensidad que se traduce a veces en una chispa cuando se encienden.
Esto es un problema al que se enfrentan a diario los electricistas, el correcto dimensionado de las instalaciones eléctricas, tanto a nivel de los conductores como de las protecciones.
La selección de los dispositivos de protección contra las sobreintensidades (fusibles, disyuntores) se complica cuando se deben tolerar corrientes de inserción altas.
La protección contra las sobreintensidades debe reaccionar rápido ante una sobrecarga o un cortocircuito pero no debe dispararse si una fuerte sobreintensidad resulta de un uso normal y no de un defecto.
La solución Chauvin Arnoux pasa por la integración de TrueInRush en todas las pinzas de las series F200, F400 y F600.