Como comentado anteriormente, los coches actuales pueden incluir hasta 100 módulos de control electrónico diferentes, diseñados para realizar distintas funciones, desde las más básicas hasta el funcionamiento de los sistemas de entretenimiento, navegación o airbag. La mayoría de los diseños de vehículos utilizan buses de datos serie, que ayudan a reducir el número de múltiples sensores y cableado, para comunicarse entre los módulos y los sensores, actuadores y pantallas. Los ingenieros de automoción utilizan osciloscopios para poder capturar y decodificar buses serie de automoción como CAN, CAN FD, LIN y SENT, entre otros. Estos protocolos de bus están diseñados para ser robustos, pero las comunicaciones pueden verse afectadas por problemas como el ruido y la ubicación de la placa y provocar errores de transmisión de datos del bus. Los ingenieros tienen que ser capaces de identificar y depurar el problema rápidamente, tanto si el coche está en el laboratorio como si está haciendo pruebas en pista.