Cómo evitar interrupciones: el mantenimiento planificado frente al no planificado en el sector ferroviario

En el Reino Unido, no hay ninguna empresa ferroviaria que no esté sometida a fuertes presiones del gobierno, las partes interesadas y, por supuesto, los clientes para ofrecer un servicio eficaz con menos gastos. Por desgracia, tanto la rentabilidad como el nivel de servicio se ven influidos por la ineficacia en varios aspectos.

Uno de ellos, que las empresas ferroviarias deberían intentar controlar mejor, es el gasto en contratación de bienes y servicios para mantenimiento, reparación y operaciones (MRO). En este tipo de contratación hay dos áreas diferenciadas: el mantenimiento planificado y el no planificado.

«Cuando se trata del mantenimiento planificado, el secreto, como su nombre indica, está en la planificación», explica Greg Sharp, responsable del sector Transporte y Defensa en RS. «Lo ideal es que las empresas ferroviarias definan de antemano un programa de mantenimiento claro, pues permite elegir el tiempo de inactividad y evitar inconvenientes a los clientes que pagan por sus servicios. Con este plan, técnicos y responsables de compras pueden solicitar con antelación las piezas necesarias a sus proveedores de confianza para obtener el mejor precio y productos de la calidad necesaria».

Sin embargo, Sharp se apresura a señalar que considerar únicamente el precio constituye un falso ahorro cuando se trata de comprar recambios para el mantenimiento planificado. «Hay una presión constante de hacer más con menos y el sistema de franquicias puede generar un elemento de cortoplacismo», afirma.

«La gente puede pasar horas buscando entre proveedores no autorizados para ahorrarse unos cuantos euros en una compra. No obstante, no se dan cuenta de que el tiempo extra invertido para encontrar ese precio, junto con la posibilidad de someterse a un procedimiento de aprobación más lento, significa que, a la larga, el artículo acaba costándole bastante más a la empresa».

«Es mucho más eficaz disponer de un pequeño número de proveedores autorizados con una selección de productos consolidada, preferiblemente a través de un sistema de compra electrónico que agilice el proceso de compra», añade Sharp. «Esto significa que los técnicos obtienen los productos que quieren, se pierde mucho menos tiempo en realizar la compra y el departamento de Compras puede llevar el seguimiento de todo ello».

El mantenimiento no planificado es otra área en la que Sharp cree que las empresas deberían tener cuidado para elegir a los proveedores adecuados. Las empresas ferroviarias corren el riesgo de recibir multas si las estaciones cierran por la avería de equipos. Esto significa que deben dar prioridad a disponer de stock y servicios.

«Con el mantenimiento no planificado, es indispensable tener proveedores que cuenten con una variedad de stock lo más amplia posible y que puedan servir con rapidez, ya que cuanto más inactivo esté el equipo, mayores serán los costes en que incurra la empresa», asegura Sharp. «En RS tenemos una amplia gama de productos en stock y trabajamos con nuestros clientes para suministrarles recambios esenciales con la mayor agilidad posible».

«Muchas empresas almacenan internamente enormes cantidades de piezas que distribuyen ellos mismos», agrega. «En algunos casos es acertado, ya que así tienen a mano recambios fundamentales, pero en general los grandes proveedores como RS pueden ofrecer estas piezas en 24 horas, lo cual supera en velocidad a la distribución interna. En este caso, la empresa también se ahorra el dinero de almacenar piezas que no utiliza».

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