Cables Ethernet para la industria: qué tipos hay

Los cables Ethernet son una tecnología de red fundamentalmente alámbrica imprescindible para el normal funcionamiento de la vida moderna gracias a su capacidad para ofrecer conexiones rápidas y estables. En el siguiente artículo, repasamos su pasado, presente y futuro.

Ethernet es una tecnología de red por cable que se utiliza para conectar dispositivos en una red de área local (LAN). Aunque es desconocida para el gran público, su impacto en la sociedad ha sido profundo: ha facilitado la conectividad global y el desarrollo de internet, siendo crucial en el crecimiento de la economía digital.

Fue desarrollada en la década de 1970 por el ingeniero electrónico Robert Metcalfe, empleado de la tecnológica estadounidense Xerox Corporation, como parte de un proyecto en el que trabajaba la compañía sobre oficinas del futuro. Metcalfe, originario de Brooklyn, desarrolló en 1976 el primer sistema privado basado en Ethernet, que permitía una conectividad de 10 Mbit/s.

Este avance sirvió de base para la creación del estándar de conectividad IEEE 802.3, clave para el despliegue de la famosa World Wide Web (www). Aunque la conexión inalámbrica se ha abierto paso en los últimos años, Ethernet sigue siendo hoy en día una de las tecnologías más estables para la conexión a internet y convivimos con ella en nuestra vida personal y profesional.

Por su capacidad para transmitir datos de manera rápida y fiable, los cables Ethernet son ampliamente utilizados en la industria. Por ejemplo, para conectar PLCs y otros dispositivos de control de procesos, permitiendo la comunicación en tiempo real y con ello aplicaciones de automatización industrial. También facilitan la comunicación entre sensores y actuadores distribuidos en una planta industrial o que los sistemas de gestión de energía monitoricen y controlen el consumo de energía. Con independencia del uso, algunos beneficios destacables son:

• Velocidad de transmisión: los cables Ethernet, especialmente los de categoría 6a y superiores, ofrecen altas velocidades de transmisión de datos.
• Fiabilidad: este tipo de cables también proporcionan una conexión estable y confiable, minimizando las interrupciones y fallos en la comunicación.
• Escalabilidad: las redes Ethernet permiten la expansión de la infraestructura de red a medida que crecen las necesidades de la industria.
• Compatibilidad: al ser un estándar muy utilizado, Ethernet garantiza la compatibilidad entre dispositivos y sistemas de varios fabricantes.
• Flexibilidad: los cables Ethernet pueden ser utilizados en una amplia gama de aplicaciones y entornos industriales, desde oficinas hasta fábricas.

Los cables Ethernet se clasifican en categorías, cada una diseñada para cumplir con diferentes estándares de velocidad y calidad de transmisión. Las más comunes y que debes tener en cuenta si vas a comprarlos son:

La velocidad (expresada en megabits por segundo) designa la cantidad de datos por segundo que puede transmitir el cable, mientras que la frecuencia (expresada en megahercios) muestra la capacidad del cable para manejar tasas de transferencia de datos y el ancho de banda disponible. Por último, la distancia (expresada en metros) indica la longitud máxima del cable.

El mercado de cables Ethernet está previsto que crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 11,3% hasta 2030, según la compañía de estudios de mercado estadounidense Allied Market Research. Para entonces, alcanzaría un valor de mercado de 29.230 millones de dólares.

Según la firma, algunos factores que favorecen esta tendencia son el aumento de la demanda de tecnología de alta velocidad y baja latencia, vinculada, por ejemplo, a procesos de digitalización de la industria, a la expansión de la red 5G y al creciente uso de tecnologías como el Internet Industrial de las Cosas (IIoT).

Otro factor significativo que empujará la demanda de cables Ethernet son los centros de datos, imprescindibles para el desarrollo de la economía digital y para cuyo funcionamiento es necesario este cableado, especialmente modelos como el Cat6a. Estados Unidos (5.381), Alemania (521) y Reino Unido (514) son los países con más centros de este tipo en el mundo. España, por su parte, ocupa el decimosexto lugar con 144 centros, según Statista. Spain DC, la patronal del sector, prevé que, de aquí a 2026, se invertirán en nuestro país 8.000 millones de euros.

Por último, otro elemento clave para explicar el crecimiento global proyectado del mercado es la rápida urbanización de las economías en desarrollo, lo que provoca un aumento en el consumo de datos. Esto explica que, también según el análisis de Allied Market Research, la región Asia-Pacífico sea la que tendrá un CAGR más elevado (13,7% frente a la media mundial del 11,3%).

Entre las diferentes categorías de cables Ethernet que hemos visto más arriba, hay una que en los próximos años experimentará un aumento significativo de su demanda: la Cat 6a. Son cables diseñados para soportar velocidades de transferencia de datos de hasta 10 gigabits por segundo con un ancho de banda máximo de 500 megahercios, además de especificaciones más estrictas que sus predecesores para la diafonía cercana (NEXT) y la diafonía externa (AXT).

Estas características los hacen compatibles con usos como el streaming de vídeo en alta definición, los juegos online o la transmisión de archivos de gran tamaño, garantizando en todo momento una experiencia de usuario fluida y sin interrupciones. Por otra parte, su longitud de 100 metros también permite su uso en contextos empresariales, como en oficinas. También destacan por su compatibilidad y pueden utilizarse en infraestructuras de red existentes con cables Cat6 y Cat5e.

Pero, como apuntábamos en el apartado anterior, la demanda de cables Ethernet Cat6a se está viendo impulsada por su rol clave en los centros de datos modernos, ya que garantizan una buena conectividad, una transferencia de datos fiable y adaptabilidad ante nuevas tecnologías. Son compatibles con aplicaciones de computación en la nube, virtualización y almacenamiento, además de estar diseñados para ser duraderos y con protección contra interferencias electromagnéticas. Estos cables están disponibles con revestimiento de varios materiales, entre ellos, materiales libres de halógenos, de bajas emisiones de humo e ignífugos.