Cámaras de vigilancia y seguridad

Las cámaras de vigilancia ofrecen una mayor protección en muchos ámbitos donde es importante la seguridad, en lugares públicos y empresas comerciales, al igual que en el hogar. Estos discretos aparatos captan y graban lo que ocurre en las zonas vigiladas, ayudando a detectar actividades criminales, demostrar los hechos e identificar a los infractores. A menudo, basta con la mera presencia de cámaras de seguridad para disuadir y evitar posibles delitos. Además, en entornos industriales ayudan a vigilar zonas peligrosas para proteger mejor a los trabajadores y, si es necesario, adoptar las medidas de seguridad adecuadas en menos tiempo.

La videovigilancia es imprescindible en muchos ámbitos de la vida pública. Forma parte integral de los sistemas de seguridad para vigilar por ejemplo en:

• Aparcamientos.
• Bancos y casinos.
• Aeropuertos y estaciones de tren, así como medios de transporte público.
• Gasolineras.
• Naves de producción y almacenes.

• Cámaras de seguridad analógicas: Un cable (generalmente coaxial) conecta la cámara directamente con el sistema de vigilancia. Esto la convierte en una variante robusta resistente a manipulaciones o problemas de transmisión de señal. Desventajas: las cámaras pierden bastante movilidad debido al cableado y su uso es menos flexible.
• Cámaras WLAN: estas cámaras de seguridad inalámbricas pueden colocarse fácilmente en casi cualquier lugar y trasladarse a otra ubicación. La transmisión digital de datos también permite supervisar los datos de vídeo desde cualquier lugar o controlar la cámara de forma remota.
• Cámaras exteriores: estas cámaras han sido diseñadas especialmente para exteriores conforme a IP66. Generalmente no solo son robustas y resistentes a la intemperie, sino que también cuentan con un sellado especial. Esto permite ofrecer, por ejemplo, protección frente a actos de vandalismo.
• Cámaras panorámicas: con ayuda de un cabezal giratorio es posible girar e inclinar estas cámaras, lo que amplía de manera considerable su rango de grabación. Estas cámaras generalmente pueden controlarse a distancia, lo que permite observar de manera individual determinadas zonas en caso de sospecha.
• Cámaras falsas: imitan a la perfección las cámaras auténticas y simulan una vigilancia de alta intensidad en un sistema de videovigilancia. Estas cámaras falsas constituyen una alternativa económica para disuadir a los criminales y ayudan a evitar delitos.
• Cámaras infrarrojas: captan también la energía térmica en el campo de observación con ayuda de sensores térmicos.
• Cámaras para salpicadero: se utilizan en vehículos. Instaladas en el salpicadero, vigilan la situación del tráfico y pueden grabar accidentes o infracciones en la carretera.

Cuanto mayor sea el recinto objeto de vigilancia, más cámaras se necesitarán para vigilarlo. Por este motivo, para zonas de mayor tamaño o con poca visibilidad como edificios, inmuebles, zonas públicas o entornos industriales se emplean sistemas CCTV (Circuito Cerrado de Televisión). Se trata de sistemas de cámaras que constan al menos de una cámara de vigilancia, una unidad de memoria, una videograbadora y, en algunos casos, de una unidad de visualización.

Estos sistemas de videovigilancia se denominan sistemas cerrados porque las grabaciones se transmiten a un número limitado de aparatos receptores y solo son visibles para determinados grupos de personas. Por norma general, estos sistemas funcionan con un cifrado para proteger los datos de forma legalmente segura frente a accesos externos. La serie de normas EN 62676 regula los sistemas CCTV como instalaciones de videovigilancia para aplicaciones de seguridad (VSS).

El uso de cámaras de vigilancia puede convertirse en un asunto delicado si se graba a otras personas sin su autorización. Las grabaciones a personas suponen una injerencia en los derechos fundamentales de la persona y, en particular, en el derecho a la protección de los datos, que está establecida en el derecho nacional y europeo. Toda persona debe poder moverse libremente en público sin que ninguna cámara grabe su comportamiento; en España solo pueden realizarse grabaciones bajo autorización judicial y bajo ciertas premisas. Solo es posible determinar en cada caso concreto lo que se permite y lo que no en el uso de cámaras de seguridad.

En oficinas, empresas y establecimientos comerciales se permite el uso de cámaras de vigilancia en determinadas circunstancias. Sin embargo, en el lugar de trabajo deben existir motivos concretos que justifiquen su instalación y funcionamiento. Por ejemplo, para evitar robos en comercios o gasolineras o para proteger cámaras acorazadas en bancos frente a un acceso no autorizado.

Las cámaras han de instalarse a la vista y los trabajadores deben haber sido informados previamente y de forma clara del uso que se dará a las grabaciones, aunque no es preciso que den su consentimiento para la vigilancia. En aseos, dormitorios o vestuarios, las cámaras de vídeo están prohibidas o solo se permiten con severas restricciones. Por otra parte, en zonas públicas solo pueden utilizar cámaras de vídeo organismos públicos gubernamentales. Te recomendamos que consulte a tu asesor o responsable legal sobre el uso de cámaras de videovigilancia antes de instalarlas en tu empresa.

En principio, está permitido observar la propia vivienda o inmueble con una cámara de vigilancia. Sin embargo, la cámara no debe estar orientada a la vía pública ni a inmuebles contiguos. No obstante, en casos excepcionales se permite grabar zonas contiguas a la propiedad privada, por ejemplo, para vigilar el propio automóvil en un aparcamiento exterior si ha sido forzado en repetidas ocasiones.

Grabar a otras personas siempre resulta problemático. Los visitantes deben estar debidamente informados de la vigilancia mediante carteles, y deben poder ejercer sus derechos personales en la gestión de los mismos, pudiendo solicitar su borrado, etc. Naturalmente, estas grabaciones de vídeo no deben hacerse públicas, y dichos registros deben borrarse pasados 30 días. Estas son las principales implicaciones legales en España, aunque hay más. Las grabaciones nunca podrán usarse para identificar por su cuenta a un infractor.

Para poner en funcionamiento una cámara de red debe conectarla a la red eléctrica con un conector de red. Una lámpara LED indica generalmente si está operativa. Ahora puedes conectar la cámara con tu router de red. Este también te permite conectar otros aparatos para completar tu sistema de cámaras.

Debe tenerse en cuenta que, aunque desees utilizar posteriormente la cámara IP a través de WLAN, se recomienda llevar a cabo la primera instalación con un cable de red. Para gestionar la cámara, necesita tu dirección IP. Esta figura en la lista de aparatos conectados de tu rúter de red. Si introduces la dirección IP en la línea de comando del navegador, accederás a la interfaz de usuario de tu cámara de red.

Te recomendamos que guardes este enlace como favorito. La contraseña para iniciar sesión figura en las instrucciones de uso o en la parte inferior de la cámara. Muchos fabricantes también suministran software y apps de smartphone que te permiten gestionar la cámara IP con mayor comodidad.

Para que el material gráfico sea de buena calidad, es fundamental montar y cuidar correctamente la cámara de seguridad. También es importante montar firmemente el soporte para que la cámara pueda resistir factores externos, como el viento. Instala la cámara fuera del alcance de las personas para que no sea posible manipularla.

Oriente el aparato cuidadosamente hacia la zona deseada prestando atención a la luz de fondo. El reflejo de las farolas o la iluminación de la entrada principal puede afectar negativamente a la imagen de la cámara. Tenga en cuenta que los rayos infrarrojos de cámaras infrarrojas opuestas entre sí se superponen y pueden reducir la calidad de la grabación de vídeo.

Por norma general, las cámaras no deben montarse detrás de ventanas o cristales debido a los posibles reflejos de luz. En cámaras de seguridad con modo de visión nocturna, el cristal refleja la luz infrarroja. Los canalones también reflejan los rayos infrarrojos y resultan adecuados como dispositivo de sujeción para las cámaras.

Limpie la carcasa periódicamente con un paño sin pelusas, por ejemplo, de microfibra. De este modo, eliminará el polvo, evitará que la visibilidad se vea afectada por arañas u otros insectos y se asegurará de que las grabaciones se realicen sin problemas. Te recomendamos que limpies la lente con una escobilla de lente o espray de aire.

¿Qué papel desempeña la resolución en una cámara de seguridad?

La resolución de la cámara determina a qué distancia permite ver. Se indica en megapíxeles: cuanto mayor sea el número de estos puntos de imagen digital, más nítida será la imagen. Las cámaras con 2 megapíxeles (MP) resultan adecuadas para entornos de oficina. Para poder identificar una cara a una distancia de 12 metros, se necesitan al menos 4 MP. La resolución también determina en qué medida pueden ampliarse las imágenes con un zoom digital sin perder calidad.

¿Qué es mejor, el zoom óptico o digital?

El zoom digital está limitado por la resolución de la cámara. Para poder identificar satisfactoriamente los detalles de la cara a 20 metros de distancia, se necesita una resolución de la cámara de al menos 12 MP. Para todo lo que vaya más allá, se utiliza un zoom óptico. En este caso, el objetivo es móvil. Estos aparatos también se denominan cámaras vario. Los objetivos variofocales motorizados que se controlan a distancia resultan muy prácticos.

¿Qué ventajas tienen las cámaras exteriores?

Las cámaras exteriores han sido diseñadas específicamente para vigilar zonas al aire libre. Gracias a su robusta construcción, son resistentes a la intemperie y pueden instalarse sin problemas en el exterior.

Estas cámaras, equipadas con función WLAN, transmiten lo que ocurre en el exterior a la unidad de evaluación ubicada en el interior, incluso sin el uso de cables molestos. Y, además, tienen otra ventaja: la función de visión nocturna permite vigilar en la oscuridad sin problemas. Esto hace que las cámaras exteriores también resulten adecuadas para interiores si se desea observar de manera fiable zonas interiores tales como establecimientos comerciales o almacenes en la oscuridad.

¿Cuándo necesito la función de visión nocturna?

Las cámaras de vigilancia profesionales generalmente han sido diseñadas para poder ver también los detalles generales en la oscuridad. Sin embargo, el campo de visión de la cámara es básicamente unos 2 o 3 metros menor de noche que de día. Si desea identificar también los detalles de la cara en la oscuridad a distancia, la cámara debe contar con función de infrarrojos.

Se debe tener en cuenta que el lugar de instalación determinará la intensidad necesaria de la visión nocturna por infrarrojos. Algunas cámaras regulan automáticamente la intensidad de los infrarrojos con «IR inteligente» para que no se produzca sobreexposición en primeros planos.

¿Qué es una cámara IP?

Las cámaras IP son cámaras basadas en red que se conectan con la red informática mediante un cable de red como CAT5 o CAT6. Estos cables no solo sirven para transmitir datos, sino que también suministran electricidad a la cámara a través de Power-over-Ethernet (PoE). Gracias a su gran ancho de banda, las cámaras IP admiten resoluciones muy altas, superando a las cámaras HD. La desventaja es el menor alcance del cable de red, que solo puede tenderse a una distancia máxima de 100 metros. Es posible prolongarlo con una extensión PoE, pero esto conlleva pérdidas de rendimiento de la cámara. Quien desee evitar instalar una red informática, puede recurrir a las cámaras «plug and play» con grabadora de vídeo de red PoE, que son fáciles de conectar incluso para usuarios no profesionales.

¿Para qué necesito una cámara HD?

Las cámaras HD ofrecen la máxima calidad de imagen. Utilizan cables coaxiales para transmitir la señal de vídeo. Los cables coaxiales de cobre de alta calidad permiten enviar datos sin pérdidas de calidad hasta una distancia de 500 metros.

Las cámaras HDCVI convencionales alcanzan altas resoluciones, de hasta 8K, pero solo transmiten este tipo de señal. Las cámaras 4 en 1 pueden emitir cuatro tipos de señal: HDCVI, HDTVI, AHD y CVBS. Son compatibles con muchos aparatos, ya que pueden cambiarse fácilmente al modo de salida deseado. Sin embargo, estos aparatos solo están disponibles en resoluciones de hasta 2K.

¿Qué velocidad de grabación o cuántas imágenes por segundo son las más indicadas?

Aquí se aplica el principio de que, cuanto más imágenes por segundo se graban, más fluidas son las grabaciones y más detalles se captan. Sin embargo, se necesita espacio de memoria en condiciones y una grabadora de vídeo potente. Por este motivo, según la aplicación, a menudo se hacen concesiones en cuanto a velocidad de grabación. Para captar movimientos rápidos como, por ejemplo, al vigilar el tráfico o registrar atracos en bancos, se utilizan cámaras que graban 30 imágenes por segundo.

Acumulador, batería o conexión eléctrica: ¿Qué es mejor?

Para una alimentación eléctrica fiable, en principio es mejor que las cámaras de seguridad estén conectadas a cables eléctricos. Un acumulador adicional garantiza una mayor seguridad, ya que puede cubrir posibles cortes de corriente.

Sin embargo, en algunos casos también puede resultar conveniente instalar una cámara de vigilancia con batería o acumulador. En exteriores puede llegar a ser bastante costoso y caro tender cables eléctricos; también hay que tener esto en cuenta si se desea vigilar un lugar en el que no haya conexión eléctrica. A la hora de adquirir cámaras de seguridad alimentadas por batería o acumulador, preste atención a su capacidad para que la cámara dure lo máximo posible y no se produzcan fallos no deseados.

¿Durante cuánto tiempo puedo grabar con una cámara de vigilancia?

Si conectas la cámara de seguridad a la red eléctrica, puedes producir material de vídeo sin limitaciones. En aparatos autónomos, la capacidad del acumulador limita la duración de la grabación. La cantidad de material de vídeo que puede guardarse sin tener que volver a sobrescribirlo depende de la capacidad de memoria, la calidad de vídeo, el procedimiento de compresión y la velocidad de fotogramas.

Un sistema de cámaras HD necesita más de 5 terabytes para guardar las grabaciones de 30 días. Las cámaras inteligentes funcionan con el llamado sistema de movimiento, que solo graba escenas en movimiento. Esto reduce el espacio de memoria. Otra posibilidad son las funciones de bucle, que sobrescriben las grabaciones a intervalos predefinidos.

¿Cuál es la mejor manera de guardar vídeos de vigilancia?

Algunas cámaras IP cuentan con una tarjeta Micro SD interna o tienen espacio para reequiparla. Sin embargo, la capacidad de memoria es bastante limitada: 128 GB apenas son suficientes para guardar el material de vídeo de dos días.

Otra alternativa es el PC, que permite evaluar las grabaciones de forma profesional con el software correspondiente. No obstante, si se desconecta el PC por error o se produce una avería, la grabación falla. Las grabadoras de vídeo autónomas son generalmente la solución más fiable y económica.

¿Puedo guardar grabaciones de vídeo en la nube?

Algunas cámaras WLAN ofrecen la posibilidad de subir datos directamente a un sistema en la nube. Una solución cómoda que ahorra espacio de memoria y costosos aparatos adicionales. Te recomendamos que compare también diferentes suscripciones para encontrar la mejor oferta.

WLAN, radio o cable: ¿cuál es la mejor solución de conectividad para mi cámara?

Las cámaras controladas por radio y WLAN son prácticas, transmiten el material de vídeo a diferentes medios de forma inalámbrica y sin complicaciones, y permiten realizar la vigilancia en el smartphone.

No obstante, si se produce un fallo en el router o una avería en la WLAN, pueden perderse datos y grabaciones importantes. Corre el riesgo de que, en el peor de los casos, no se haya grabado lo realmente importante. En todos los ámbitos relacionados con la seguridad, que requieren grabaciones sin averías ni fallos, deberían utilizarse sistemas de vigilancia conectados por cable.

¿Cómo funciona una cámara con sensor de movimiento?

Algunas cámaras tienen un sistema de detección de movimiento, el cual inicia automáticamente la grabación al detectar cualquier movimiento dentro de su alcance de detección. Para ello, se utilizan sensores como, por ejemplo, sensores de luz, con los que la cámara explora el entorno.

En las cámaras para salpicadero, a menudo se instalan también sensores de aceleración o de vibración, que detectan sacudidas en caso de vandalismo o identifican una posible colisión a través de las fuerzas G al frenar o acelerar. Una variante práctica son las cámaras con luces exteriores y sensor de movimiento, que se activan automáticamente, iluminan la zona deseada y registran lo que ocurre.

Generalmente, las cámaras de vigilancia con sensor de movimiento cuentan también con una función WLAN para transmitir el material de vídeo de forma inalámbrica. De este modo, solo se guardan las secuencias de vídeo relevantes y realmente necesarias.