Los peligros de las descargas ESD en entornos industriales pueden ser de muchos tipos:
- Riesgo de accidente grave: las descargas potentes en ambientes inflamables o explosivos pueden causar quemaduras, fuego y estallidos.
- Daños directos a componentes electrónicos: el arco eléctrico producido por una descarga ESD puede interrumpir el circuito interno de componentes integrados, causando posibles averías esporádicas o incluso detener el funcionamiento del circuito.
- Molestias e incomodidades en el trabajo: los trabajadores pueden sufrir descargas leves pero molestas al tocar superficies u objetos. Sin peligro aparente, la reacción puede derivar en accidentes como caídas o golpes.
- Otros efectos conocidos en la producción: interferencias, pérdida de datos, atascos, polvo y suciedad, empaquetado o apilado inadecuado.
Aunque algunas de estas consecuencias pueden parecer leves, otras pueden tener un gran impacto en la industria. A continuación, veremos en detalle dos de los principales peligros de la ESD.
Daños a componentes electrónicos
Los componentes y circuitos integrados modernos son muy sensibles a las descargas electrostáticas. Una descarga de entre 30 y 100 voltios puede dañar de forma permanente un circuito integrado sin dejar rastros visibles de la descarga, lo que dificulta la depuración de placas electrónicas.
La ESD también puede producir interferencia electromagnética (EMI por sus siglas en inglés) entre componentes electrónicos cuando un dispositivo tiene un efecto negativo sobre otro cercano.
Sin tomar las medidas adecuadas, un cierto porcentaje de componentes electrónicos podrían dañarse, causar averías difíciles de detectar y generar cuantiosas pérdidas económicas en la industria electrónica y de semiconductores debido a la necesidad de desechar el material dañado.
Riesgo de incendio y explosión por descarga ESD
En presencia de atmósferas explosivas o materiales inflamables, las descargas ESD pueden desencadenar incendios o explosiones.
Las industrias que manipulan materiales inflamables, como las de productos químicos, petróleo, gas, procesamiento de combustibles y polvos, presentan un elevado riesgo de sufrir accidentes por incendio o explosión.
En estos entornos pueden formarse atmósferas explosivas que provoquen accidentes graves si existe una fuente de ignición con suficiente energía para incendiar la atmósfera.
De acuerdo con las cifras del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en España se producen al año unos tres mil accidentes por problemas eléctricos, explosión o fuego. Por ello, es imprescindible extremar las precauciones contra las descargas ESD en entornos donde se manipulen sustancias peligrosas, como polvos, disolventes y gases combustibles.