¿Qué son los guantes desechables?

Son muchos los profesionales que en su día a día se exponen a determinadas sustancias que pueden resultar peligrosas o que trabajan con productos que requieren medidas de higiene específicas.

Por ello, muchos usan guantes desechables que les protegen del contacto directo con cualquier posible sustancia como productos químicos o alimentos, entre otros.

Pero como no todos los guantes desechables son iguales, en este artículo veremos qué tipos de guantes existen y qué tienes que tener en cuenta para elegir los más adecuados en función de las tareas que realices. Además, aprenderás a ponértelos, quitártelos y desecharlos de forma adecuada.

Como ya hemos comentado, la finalidad principal de los guantes desechables es proteger a los usuarios de cualquier contacto directo con agentes o sustancias que pueden resultar dañinas. Un buen ejemplo es el de los profesionales de los laboratorios, expuestos a posibles agentes infecciosos.

Para minimizar los riesgos lo máximo posible, muchos profesionales usan en su día a día guantes desechables para evitar el contacto directo con sangre, saliva, heces o cualquier otro fluido.

Pero no todos los guantes desechables son iguales. Su composición responde al uso que se les vaya a dar. En el mercado existen diferentes tipos de guantes dependiendo de su uso. Veamos cuáles son los más comunes y en qué industria suelen usarse.

Ya hemos visto que la elección de un guante u otro depende en mayor medida del uso que le vayamos a dar. Así, podemos encontrar:

• Guantes resistentes a sustancias químicas: protegen a los usuarios de los efectos perjudiciales de las sustancias químicas durante un periodo de tiempo limitado para las aplicaciones industriales.
• Guantes resistentes a la grasa.
• Guantes resistentes a productos aceitosos.
• Guantes para aplicaciones de bajo riesgo: protegen a los usuarios de riesgos de bajo nivel para tareas de limpieza, mantenimiento general y procesamiento básico de alimentos.

Las normas europeas y estadounidenses siguen siendo las más consultadas incluso fuera de estos territorios. A nivel nacional, hay disponibles algunas normas y especificaciones, aunque normalmente estas no están reconocidas fuera de sus territorios.

La norma EN420 define los requisitos generales de la mayoría de los tipos de guantes de protección:

• Marcado e información del embalaje y del producto.
• Comodidad y eficacia.
• Diseño y construcción.
• Idoneidad.
• Inocuidad.
• Almacenamiento.
• Tamaños.

Se trata de una serie de normas para los métodos de prueba y requisitos para las propiedades electrostáticas de la ropa de protección. Incluye:

• EN1149-1: Medida de la resistividad superficial.
• EN1149-3: Medida de la disipación de la carga.
• EN1149-5: Requisitos de diseño y material.

• EN374-2 Resistencia a la penetración de microorganismos. Denominado nivel aceptable de calidad (AQL). Con una valoración del 1-3.
• EN374-3 Resistencia a las sustancias químicas (penetración). Con una valoración del 1-6.

Ahora que ya conoces los diferentes tipos de guantes que existen, verás cómo ponértelos y quitártelos de forma adecuada para trabajar de forma segura.

Antes de empezar, es de vital importancia comprobar que los guantes se encuentren intactos, es decir, que no tengan agujeros ni roturas por donde pueda pasar cualquier sustancia.

A continuación, procederemos a colocarlos, primero en una mano y luego en la otra, asegurándonos de que queda perfectamente ajustado a la mano y sin ninguna arruga o doblez (salvo en el caso de los guantes desechables de polietileno).

Para extraerlos de forma segura debemos seguir los siguientes pasos:

1. Deslizar uno de los guantes hacia el extremo de los dedos con la otra mano hasta que salga del revés. En este punto, sostenerlo con la mano que todavía tiene el guante.
2. Introducir un dedo en la zona de la muñeca del otro guante con cuidado de no tocar la parte exterior del mismo.
3. Extraer el guante por completo, también del revés.

A la hora de desechar los guantes, tendremos que tener en cuenta para qué los hemos usado. A pesar de lo que a priori pudiera pensarse, está prohibido tirar los guantes de látex o nitrilo al contenedor amarillo. El contenedor adecuado es el de restos.

Al terminar de usarlos y una vez desechados, es muy importante lavarse las manos adecuadamente con agua y jabón.

Como puedes ver, los guantes desechables son fundamentales para manipular y protegerse frente a sustancias peligrosas, y deben usarse siempre atendiendo a las recomendaciones del fabricante y valorando si sus características se adaptan a lo que buscamos. Visita la web de RS. En ella encontrarás una amplia variedad de guantes diseñados para diversos entornos laborales.