Todos hemos oído hablar del mantenimiento programado y de los pilares del mantenimiento autónomo descritos en la metodología TPM (Mantenimiento Productivo Total), pero ¿todo esto nos ayuda realmente a identificar qué debe ofrecer el área de mantenimiento? O, de hecho, ¿nos ayuda a crear una estructura de mantenimiento desde cero?
Muchos programas de TPM presuponen un nivel de capacidad que el área de mantenimiento no puede proporcionar a pesar de las buenas intenciones del equipo de mantenimiento. Lo que las empresas necesitan es centrarse primero en las capacidades de mantenimiento básicas para que cualquier actividad futura tenga unos cimientos sólidos sobre los que construirse.
Un compañero y yo estábamos en un aeropuerto esperando un vuelo que llevaba retraso. Como los dos somos ingenieros de mantenimiento, nos pusimos a reflexionar sobre cuál sería la finalidad de gestionar y organizar el mantenimiento en una empresa, qué servicios debe prestar y qué infraestructura de apoyo necesita para hacerlo.
Por suerte, aunque no teníamos los portátiles a mano, disponíamos de un mantelito de papel en el que podíamos escribir, así que nos impusimos el reto de resumir estas reflexiones en una sola página.