Barrett aconseja de forma acertada que hay que colaborar con los proveedores: «Los
grandes cambios nunca son fáciles para una organización, así que también tienen que
participar en el proceso».
La colaboración es un aspecto fundamental, por lo que es preciso establecer objetivos en los atributos clave con valoraciones de rendimiento y evaluaciones constantes con el fin de fomentar el progreso.
«Es importante, especialmente con proveedores de menor envergadura, afianzar su capacidad». También explica: «Si nos encontramos con problemas, la solución no es dejarlos a un lado. Lo que necesitamos es tener establecido un plan de mejora de rendimiento para hacer frente a los problemas, saber con certeza cuál es el camino correcto y colaborar con el proveedor para hacer realidad estas mejoras. Lo mismo sucede con cualquier tipo de problema de rendimiento que pueda producirse en la organización».
«Es primordial que las empresas colaboren con los proveedores en todos los aspectos del ciclo de vida del producto, incluido qué hacer con el producto después de su vida útil», continúa Barrett. «En el sector industrial B2B, aún no hemos encontrado una solución con la cadena de suministro inversa. Con el tiempo, se establecerán normas para productos sostenibles vinculadas al análisis del ciclo de vida, pero, por ahora, hacer esto es complicado debido al tiempo y los recursos económicos que han de emplearse. Proveedores destacados, como Siemens y Schneider, están comenzando a realizar análisis del ciclo de vida en sus productos, y tengo la certeza de que otros proveedores también lo harán en el futuro, ya que será la pauta de referencia».